viernes, 21 de junio de 2013

MEJORANDO LAS RELACIONES FAMILIARES PARA UNA VIDA DE CALIDAD.-

DESAPEGOS



La dependencia emocional de padres a hijos

Existen padres que tienen dependencia emocional respecto de sus hijos, y a su vez, al tener este comportamiento a nivel emocional, también hacen que sus hijos sean dependientes. ¿Cuándo se produce esta situación? Cuando los padres proyectan sus sueños en sus hijos, olvidando que ellos tienen derecho a elegir su propio destino.
Por otra parte, también se produce la dependencia emocional cuando está causada a partir del chantaje o de la manipulación. Por ejemplo, una persona que ha quedado viuda también puede llenar ese vacío con un apego desmedido hacia sus hijos. En el caso de aquellos padres que sobreprotegen a sus hijos también se produce una dependencia enfermiza, porque es importante confiar, delegar y respetar el espacio del otro para que pueda aprender de sus propios errores y levantarse después de una caída. De lo contrario, un niño sería un eterno Peter Pan que no ha crecido por no tener experiencia práctica de la vida. Aprende a apoyar a tus hijos, sin tomar decisiones por ellos.
Cómo limitar la dependencia de padres a hijos


¿Qué se puede hacer para limitar la dependencia emocional que un padre puede sentir respecto de sus hijos? 


El síndrome del nido vacío afecta especialmente a aquellas personas que se han volcado al cien por cien en el cuidado de sus hijos dejando de lado otras áreas importantes de la vida. Por ello, es mejor tomar precauciones antes de que llegue esa situación. Puedes apuntarte a un curso de un tema que te guste, busca ocupaciones en tu rutina, involucra a tus hijos en la realización de las tareas del hogar para que haya igualdad.
Para poner fin a cualquier tipo de dependencia emocional merece la pena realizar el siguiente ejercicio: escribe en un folio en blanco todos los puntos negativos que te produce tener tal grado de implicación con otra persona. La dependencia no es mala, solo lo es cuando se produce de una forma extrema. Es decir, en esencia, a nivel social, todos dependemos de todos en tanto que el ser humano es social por naturaleza y nace integrado en el seno de una familia.
También conviene estar receptivo y abierto a las críticas constructivas de los demás. De normal, ante una situación de dependencia, la persona se centra únicamente en alguien y descuida el vínculo con los demás. Por ello, lo habitual es que en algún momento, alguien del entorno reclame más atención. En este sentido, es mejor evitar la crítica dura y optar por una afirmación asertiva del tipo: “Te echo de menos, me gustaría que me tuvieras más en cuenta porque me gustaría pasar más tiempo contigo”. El cariño siempre es la mejor fórmula para llegar al corazón ajeno, en cambio, el reproche no es una alternativa positiva.
La «mamitis» puede ser una causa de nulidad matrimonial
La excesiva dependencia de la madre puede ser considerada una causa de nulidad matrimonial por la Iglesia. Recientemente, la prensa italiana informaba de este hecho después de el vicario judicial de la diócesis de Liguria, Paolo Rigon, lo anunciara durante la apertura del año judicial eclesiástico de esta región. Y es que las suegras dan para mucho. No gozan de buena prensa. Generalmente es la madre de él con respecto a la esposa, más que la madre de ella con respecto a él, la que causa elmalestar en la familia. La explicación se encuentra en que la relación en el primer caso se da entre dos mujeres y en el segundo, entre hombre y mujer.

Pero, ¿influye tanto una suegra en la buena o marcha del matrimonio?

 Según los expertos, sí. Y no es ninguna cuestión banal ni mucho menos. Ignacio Tornel, experto en mediación familiar cree que «el tema de la familia política y su influencia en las parejas jóvenes y no tan jóvenes es algo muy presente en la problemática que veo en mi despacho». ¿Cuáles son las razones? Varias. Para Tornel, «en primer lugar en España gozamos de un excelente tejido familiar y las relaciones intergeneracionales son en general mejores frente al resto del mundo occidental de nuestro entorno». Esto tiene enormes ventajas —agrega el experto— como, por ejemplo, la fuerte red de apoyo informal que existe entre los miembros de las familias, algo tan necesario para lograr la conciliación nuestra vida laboral y familiar.
Los riesgos de la familia extensa

Sin embargo, esta situación tiene su parte negativa. Ignacio Tornel cree que «hay riesgos asociados a este fuerte tejido de familia extensa y es que él y ella una vez que crean una nueva familia deben tener muy claro que ya son un núcleo independiente y con vida propia. Por eso, todo lo dicho anteriormente debe tener como premisa previa que ahora ya nosotros somos lo más importante». El mediador es firme en este punto: «Si esto no es así el terreno está abonado para el conflicto».
«Las decisiones las deben tomar la pareja con ilusión y creando su propio hogar»
Suegras que siempre dan su opinión sin pedirla, que se creen en el derecho de visitar a los nietos siempre que quieren, algo que puede interferir en el transcurso diario de la familia,nueras que no son capaces de decir que no y ahí aparece el conflicto: «Muchas veces la joven pareja sufre un exceso de asesoramiento no pedido en la toma de decisiones iniciales sobre dónde vivir, cómo organizar su casa, qué hacer el fin de semana, etc. Y a veces entramos por ese senda casi sin darnos cuenta, con buena voluntad y tratando de agradar a todo el mundo». Para Ignacio Tornel,«los dos deben tener claro que se deben el uno al otro y que, antes que nadie, las decisiones las deben tomar ellos dos, con ilusión, creando su propio hogar. Él y ella deben hacer sentir importante al otro, que esté claro desde el principio que el otro, la otra, es el eje de su vida. Eso no evita que los demás opinen, aconsejen… pero luego seremos tú y yo quienes libremente decidamos lo que consideramos mejor».
Otro motivo de conflicto es la obligación de pasar el domingo en casa de los suegros, un motivo de muchas disputas. En las propias rutinas del fin de semana se ven muchas veces estas cuestiones. ¿Cuántas veces hemos oído no puedo más con las tardes de domingo en casa de tu madre?, se pregunta el mediador familiar. «Con frecuencia caemos —dice Tornel— en ese ritmo de sábados en casa de tu madre y domingos en casa de la mía, a veces para compensar sencillamente. Y con eso asfixiamos la libertad y la espontaneidad de una pareja que debe moverse con libertad y hacer, sobre todo, lo que ellos crean conveniente. Que en ocasiones, por supuesto, que será ir a ver a sus padres pero no por norma ni como algo debido».
Las descalificaciones
El mediador familiar se muestra firme en este punto: «Estas cosas a veces surgen desde los comienzos de la relación. Recuerdo un caso doloroso en el que ya desde que la madre conoció a la novia de su hijo se permitió hacer todo tipo de comentarios desafortunados respecto a ella y delante de ella, lo que provocó el enfrentamiento desde el inicio. Sobre todo, porque él no supo o no pudo hablarle claro a su madre pidiéndole respeto por la persona que él había elegido y con la que posteriormente se casó y tuvo un hijo. El conflicto continuó porque él mostraba cierta sumisión ante su madre, de carácter muy fuerte y no se atrevía a poner las cosas en su sitio ante la frustración de ella. Esta es quizás una de las situaciones extremas en las que no hablamos ya de intromisión sino de descalificación e incluso de falta de respeto. Por lo que podríamos estar ante una persona, la madre, con una personalidad complicada y unas formas más que cuestionables. Y una inmadurez manifiesta por parte de él».
Uno puede preguntarse ¿por qué sucede esto? ¿si se casó conmigo por qué prefiere posicionarse del lado de su madre si yo soy su mujer y conmigo es con quién ha formado una familia? «Si tratamos de analizar los posibles perfiles de personas ante los que podemos encontrarnos –explica el mediador— no son en absoluto patológicos por lo general, sino con frecuencia es falta de fortaleza, madurez y responsabilidad».
«El hombre debe superar la dependencia de su madre confiando en su mujer»


«Cuando la madre de él tiene más fuerza en la pareja que la nuera –sostiene Tornel— es porque él, con frecuencia, es un chico con exceso de dependencia de su familia de sangre y, en especial, de su madre a la que mira con exceso a la hora de crear su propio hogar, como tratando de replicar lo que ha vivido él. Debe superar esa dependencia a través de la generación de confianza en su mujer. Algo que debe potenciar con actos concretos de fe ciega en lo que ella quiere o propone. Más vale equivocarse aprendiendo juntos que seguir pautas marcadas desde fuera que nos ahoguen y frustren nuestra ilusión».
¿Y qué pasa si es la mujer la que tiene excesiva dependencia de su madre? Claramente, sostiene el mediador, aquí hablamos de falta de seguridad en sí misma ante un nuevo hogar. Aquí puede haber falta de madurez para asumir con responsabilidad propia las riendas de construir una nueva familia. También aquí es necesaria una reflexión personal en la que ella vea claro que debe crecer y desarrollarse tomando decisiones propias y creando su propio estilo.
Consejos para superarlo

1. Ayudar a la suegra a entender que lo que está en juego es la felicidad de esa joven pareja y que si ella lo que quiere es ver feliz a su hijo o hija debe apoyarles y facilitarles su independencia, su autonomía para que creen hogar propio. Al final los padres son padres y lo que quieren es la felicidad de sus hijos. Debería bastar.

2. Si no funciona el punto anterior, es preciso que la pareja tenga muy hablado y muy claro que ante cualquier decisión lo que más debe importar es la felicidad del otro; por encima de la opinión o felicidad de otras personas. Las decisiones las paso por el filtro del otro y con eso estamos tranquilos.
3. Si sigue habiendo intromisiones 
ajenas habrá que dejar claro que ella es la mujer de su vida y que sobre ella van a pivotar todas sus decisiones. La unidad es fundamental y no se debe resquebrajar por nada.
4. En caso de conflicto entre la pareja y la familia de sangre 

siempre hay que ponerse al lado del cónyuge sin dudarlo. De lo contrario la pareja estará condenada al fracaso.
5. Delante de la familia, nunca poner en evidencia los desacuerdos, tratarlos en privado, pero nunca desacreditar al otro delante de los padres.


6. Tener claro que por encima de la familia

 de sangre está la que nosotros hemos creado. Si no respetamos eso, entonces estaremos rompiendo nosotros nuestra propia familia. La que hemos escogido crear.



Sobre suegras, yernos y nueras 



Una de las situaciones más difíciles que debe enfrentar la mujer madura se presenta cuando los hijos han llegado a la mayoría de edad y hay que cederlos a ésos intrusos que se llaman marido o esposa. Ha llegado el momento de renunciar a ellos y aceptar forzosamente que los hijos no son de su propiedad.
La solución de éste conflicto no se dá siempre en forma adecuada, y por el contrario se presentan con frecuencia verdaderas situaciones dramáticas, que justifican en parte la actitud despectiva contra la suegra que observamos cotidianamente en los chistes, las comedias de teatro o Tv, y las tiras cómicas. Los lectores de éstas últimas, estamos familiarizados con las arremetidas de doña Tremebunda contra su yerno Condorito, sólo amortiguadas por la astucia verbal y el cinismo de éste; igualmente con el sufrimiento de Olafo El Amargado, cuando llega, no de visita sino de hospedaje, la 
Las múltiples relaciones conflictuales que se plantean en la relación entre suegra y yerno tienen raíces muy profundas que fueron magistralmente expuestas por Freud:

"sabido es que, incluso en los pueblos civilizados, constituyen las relaciones entre yerno y suegra uno de los lados más espinosos de la organización familiar... más de un europeo se sentirá inclinado a ver un acto de alta sabiduría en las prohibiciones impuestas por los pueblos salvajes a la relación entre dichas dos personas de parentesco tan cercano. No puede dudarse de que la situación psicológica del yerno y la suegra entraña algo que favorece la hostilidad y hace muy difícil su vida en común... A mi juicio trátase aquí de relaciones ambivalentes compuestas a la vez de elementos afectuosos y hostiles ".
En las islas Banko, el yerno y la suegra deben evitar aproximarse el uno al otro. Cuando por casualidad se encuentran en el camino, la suegra debe apartarse y volver la espalda hasta cuando el yerno haya pasado. En las islas Salomón el hombre casado no debe ver ni hablar a su suegra. Cuando la encuentra, debe fingir no conocerla y correr tan rápido como le sea posible a esconderse. La comunicación entre ellos se efectúa por medio de una tercera persona o hablándose en voz alta, separados por un obstáculo natural.
Entre los zulúes, existe la costumbre que el hombre se avergüence de la suegra; no entra en la cabaña si ella se halla adentro y cuando se encuentran uno de ellos debe esconderse entre los arbustos o el hombre debe taparse la cara con el escudo.
Las relaciones entre suegra y nuera no son menos conflictivas. El problema se intensifica cuando los lazos entre madre e hijo han sido muy intensos por tratarse de ser hijo único o cuando no existe el padre en el hogar . En tales casos es bien difícil la aceptación de esa especie de cuerpo extraño representado por la nuera, que amenaza con romper el débil equilibrio afectivo de la suegra. Casi siempre la entrada de la novia o esposa en el medio familiar suele ser recibida con reparos o críticas solapadas. Estas relaciones conflictivas sólo se resuelven positivamente en razón directa con la madurez, bondad y capacidad amorosa auténtica de ambos componentes.
Algunos de éstos afectos resultan fácilmente explicablesmadre de Helga a tomar las riendas del hogar.. Por parte de la suegra existe la ansidedad de separarse de su hija; la desconfianza hacia el extraño al cual se ha entregado, y la tendencia a imponer a pesar de todo, su autoridad, como lo hace en su propia casa. Por parte del yerno, hay generalmente la decisión de no someterse a ninguna voluntad ajena . Freud, al referirse a los tabúes de las tribus primitivas, menciona algunos de ellos, que podrían resultar extraños para nuestra mentalidad de presuntos civilizados; la prohibición más extendida recae sobre las relaciones entre suegra y yerno, que existe en los pueblos australianos, melanesios, polinesios y entre los negros africanos en general


DESAPEGOS.




En el desarrollo personal y espiritual es importante comprender el significado del apego y sus consecuencias así como la importancia del desapego, pues el desapego nos da la libertad para disfrutar  de las personas y las cosas en nuestra vida. Es una paradoja pero es así.Normalmente unimos la palabra apego con la palabra cariño y amor. El apego de la relación entre padres e hijos por ejemplo.Sin embargo, el apego suele ser un aferramiento y un deseo por algo o por alguien.¿A que puede una persona apegarse? Uno puede apegarse casi a cualquier cosa. A un muñeco, a una colección de objetos, a una casa, a una ciudad, a un país, a un idioma, a una pareja, a los hijos a los padres a un determinado familiar, a un amigo o amiga, a un profesor, a un superior, a un compañero, a un coche, a un sueldo, a una posición laboral o social, a un rol, a una empresa, a una marca.... y así la lista es tan infinitas como cosas y personas existan a tu alrededor o en tus deseos.Y ¿porque es malo apegarse? Apegarse no es bueno para el desarrollo espiritual y personal porque nos estanca. Es como un ancla que nos aferra a un determinado estado, del que por mucho que deseamos salir, nunca logramos hacerlo, es como si algo nos devuelve una y otra vez a ese lugar. Y luchamos y no sabemos que es lo que nos impide avanzar. Si no somos capaces de reconocer que apegos son los que nos están frenando podemos permanecer estancados incluso años.El apego además puede ser sutil a nuestro parecer. Es probable que incluso pensemos que no estamos apegados o que no precisamos desapegarnos para avanzar. Pero no es así. Siempre es necesario desapegarse para continuar "creciendo". El niño que deja su osito de  peluche para empezar a dormir sólo, cuando dejamos la casa de nuestros padres para comenzar una nueva vida, cuando abandonamos el instituto para comenzar la universidad, cuando dejamos la primera empresa en la que trabajamos para acceder a un puesto mejor, aquellos que deciden divorciarse para comenzar una nueva vida...También a veces es necesario desapegarse de viejas creencias, o de la imagen que habías creado de tí mismo y con la que todos te identifican, porque simplemente ya no eres la misma persona y tu no te sientes identificado/a con esa imagen, desapegarse de hábitos e incluso desapegarse de juicios y prejuicios.Todo esto no significa que abandones todo lo que tienes y que no lo disfrutes, ni tampoco significa que dejes de amar a tus seres queridos. Significa que lo disfrutes mientras lo tengas pero que no te obsesiones por si algún día no puedes disfrutar de esas cosas. Que ames a las personas pero que las dejes libres, que no te deban nada por amarlas y que además abras lugar para amar a más seres.El desarrollo personal y espiritual es un largo camino y es aconsejable que lleves en cada momento sólo el equipaje necesario, podrás cambiar de maleta muchas veces, así que no te empeñes en llevarla "a reventar".
Aparentemente, esta simple palabra, DESAPEGO, aunque no tan simple, cuando la escuchan algunas personas experimentan una especie de rechazo muy fuerte porque su significado, para ellas, es dejar en el olvido y abandonar (sé por quien lo digo especialmente). Nada más lejos de la realidad. Pero para no incomodar voy a hablar del APEGO, que parece que suena bastante mejor y sin embargo no deja de ser la verdadera situación anómala de la que hay que intentar huir.No es para nada raro decir que cualquier situación de apego llevada a extremos, como suele suceder, es negativa porque lo podemos definir como esa característica que nos hace ser “adictos” a personas, a relaciones, y nos marca de tal manera que nos fuerza a quedarnos como pegados en todas nuestras relaciones. Sentimos esta situación de una forma tan profunda que sin el apego nada en nuestra vida tiene sentido.Me encantaría que las personas que alguna vez se hayan visto así no se sintieran en modo alguno ofendidas, sino que esto les sirviera para reflexionar sobre el hecho del que hablamos y si no va con ellas, mucho mejor; pero no traten de escapar de su propia realidad no queriéndose ver reflejadas en la situación. No tengo ninguna intención de meter el dedo en la llaga y sólo pretendo establecer un punto de reflexión seria para que sirva, que sea útil.Dicho esto, se da el caso de que la personas que sienten ese apego de forma desproporcionada, viven para y por esas otras personas, esos hechos, ya que estos son su “sustancia adictiva”. Es fácil poder entenderlo y se hace necesario, desde nuestra postura de profesionales, comprender que sienten una especie de atracción, de imán, de forma consciente o inconsciente, que las atrae y no se pueden despegar. Son capaces de rechazar cualquier salida por válida que parezca al resto de la humanidad, y seguir derrochando la energía que poseen en beneficio de los otros. Como dicen muy gráficamente otros profesionales leídos por mí y que ya citaremos más adelante, ´´nos volvemos emocionalmente dependientes de las personas que nos rodean y nos convertimos en "rescatadores" o "facilitadores" en relación a las necesidades de los demás.´´Tal vez el apego no sería un verdadero problema, (creo que no hace falta aclarar que siempre me refiero al apego patológico) si no fuera asociado a la obsesión; no hay nada que nos pueda distraer de esta preocupación, ni tan siquiera la necesidad de creación de nuestra propia vida y camino; nada de lo que nos digan logra atraer nuestra atención salvo para pensar que nos están “forzando” a dejar lo que realmente queremos hacer y es “la misión prioritaria de mi vida”. La ansiedad nos paraliza, no hay relax, y como desde el exterior no se puede entender, tenemos “enemigos” que nos producen esa ansiedad que no nos deja pensar con claridad y mucho menos actuar.El pensamiento obsesivo es muy perturbador y la realidad es que casi vuelve locos a la gente que nos circunda, aunque nos amen. Peor es si nos aman, porque no entendemos que precisamente por eso, ¿cómo es que no lo entienden y aceptan? La verdad es que estas personas creen que sintiendo este apego, esta manera tan desmesurada de preocuparse por la gente, es el único camino que existe para demostrar amor y al mismo tiempo ser correspondido por ello. Sentimos que si queremos a alguien nos debemos preocupar por él y no vemos otra forma de decirles que estamos y que son lo más importante para nosotros. Se crea, pues, una sobreprotección tal que lo que realmente hace es que si de la persona o personas de la que estamos apegados no se dan cuenta y “se dejan querer”, consciente o inconscientemente, se está creando un vínculo patológico y si lo que se quiere es ser libre, precisamente este valor no negociable, la libertad, es lo que sin darse cuenta, se pierde. La solución pasa por aprender el DESAPEGO, que no es nada malo ni raro, sino todo lo contrario. Tampoco es sinónimo de abandonar, dejar, aislar, olvidar.Creo sinceramente, como profesional y ser humano, que el desapego puede ser una solución para personas que, con toda la buena intención del mundo y por amor, utilizan ese apego tan desmesurado; y es solución porque se equilibran los modos de interactuar anómalos, posiblemente del pasado no cerrado, y se ayuda a la persona a afrontar la vida por él mismo, porque de la otra forma no se aprende a afrontar los conflictos y a emprender acciones constructivas de forma totalmente adulta. No se les ayuda a crecer, a madurar
El Apego Afectivo
Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilacion psicológica donde el amor propio, el autorrespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente. Cuando el apego esta presente, entregarse, mas, que un acto de cariño desinteresado y generoso, es una forma , de capitulación, una rendición guiada por el miedo con el fin de preservar lo bueno que ofrece la relación. Bajo el disfraz de amor romántico, la persona apegada comienza a sufrir una despersonalizacion lenta e implacable hasta convertirse en una anexo de la persona “amada”, un simple apéndice.
De manera contradictoria, la tradición ha pretendido inculcarnos un paradigma distorsionado y pesimista:el autentico amor, irremediablemente, debe estar infectado de adicción. Un absoluto disparate. No importa como se quiera plantear, la obediencia debida, la adherencia y la subordinación que caracterizan el estilo dependiente no son lo mas recomendable.
El Desapego no es indiferencia
Amor y Apego no siempre deben ir de la mano. Lo hemos entremezclado hasta tal punto, que ya confundimos el uno con el otro. Equivocadamente, entendemos el desapego como dureza de corazon, indiferencia o insensibilidad, y eso es incorrecto. El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son: independencia, no posesividad y no adiccion.. La persona no apegada (emancipada) es capaz de controlar sus temores al abandono, no considera que deba destruir la propia identidad en nombre del amor, pero tampoco promocionar el egoismo y la deshonestidad.
Desapegarse no significa salir corriendo a buscar un sustituto afectivo, volverse un ser carente de toda etica o instigar la promiscuidad. La palabra libertad nos asusta y por eso la censuramos. Declararse afectivamente libre es promover afecto sin opresion, es distanciarse en lo perjudicial y hacer contacto en la tenura. El individuo que decide romper con la adiccion a su pareja entiende que desligarse psicologicamente no es fomentar la frialdad afectiva, porque la relacion interpersonal nos hace humanos (los sujetos “apegados al desapego” no son libres, sino esquizoides). No podemos vivir sin amor, pero si podemos amar sin esclavizarnos. “Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahocarse con el”. El desapego no es mas que una eleccion que dice a gritos: “EL AMOR ES AUSENCIA DE MIEDO”.
El Apego desgasta y enferma
Otra de las caracteristicas del apego es el deterioro energetico. El sobregasto de un amor dependiente tiene doble faz. Por un lado, el sujeto apegado hace un despliegue impresionante de recursos para retener su fuente de gratificacion. Los activo-dependientes pueden volverse celsos e hipervigilantes, tener ataques de ira, desarrollar patrones obsesivos de comportamiento, agredir fisica o llamar la atencion de manera inadecuada, incluso mediante atentados contra su propia vida. Los pasivo-dependientes tienden a ser sumisos, dociles y extremadamente obedientes para intentar ser agradables y evitar el abandono. El repertorio de estrategias retentivas, de acuerdo con el grado de desesperacion e inventiva del apegado, puede ser diverso, inesperado y especialmente peligroso
La segunda forma de despilfarro energético no es por exceso, sino por defecto. El sujeto apegado concentra toda la capacidad placentera en la persona “amada”, a expensas del resto de la humanidad. Con el tiempo, esta exclusividad se va convirtiendo en fanatismo y devoción: “Mi pareja lo es todo”. El goce de la vida se reduce a una mínima expresión: la del otro.
El apego enferma, castra, incapacita,elimina criterios, degrada y somete, deprime, genera estrés, asusta, cansa, desgasta y, finalmente, acaba con todo el residuo de humanidad posible.
LA INMADUREZ EMOCIONAL: EL ESQUEMA CENTRAL DE TODO APEGO
Pese a que el término inmadurez puede resultar ofensivo o peyorativo para ciertas personas, su verdadera acepción nada tiene que ver con retardo o estupidez. La inmadurez emocional implica una perspectiva ingenua e intolerante ante ciertas situaciones de la vida, generalmente incómodas o aversivas. Una persona que no haya desarrollado la madurez o inteligencia emocional adecuada tendrá dificultades ante el sufrimiento, la frustración y la incertidumbre. Fragilidad, inocencia, bisoñada, inexperiencia o novatada, podrían ser utilizadas como sinónimos, pero técnicamente hablando, el término “inmadurez” se acopla mejor al escaso autocontrol y/o autodisciplina que suelen mostrar los individuos que no toleran las emociones mencionadas. Dicho de otra manera, algunas personas estancan su crecimiento emocional en ciertas áreas, aunque en otras funcionan maravillosamente bien.

Señalaré las tres manifestaciones más importantes de la inmadurez emocional relacionadas con el apego afectivo en particular y con las adicciones en general:
(a) bajos umbrales para el sufrimiento
(b) baja tolerancia a la frustración
(c) la ilusión de permanencia.
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 Nuestros hijos se pertenecen únicamente a sí mismos y que nuestro interés central no debe ser el retenerlos sino ayudarles a que sean felices en sus propios destinos.

Afortunadamente la calma y la estabilidad llegan casi siempre a la par con el nacimiento de los nietos, pues la madre-abuela encuentra una renovada manera de ejercer sus ansias maternales, favoreciendo la gratitud, la felicidad y la libertad de sus hijos.




LA MUSICA Y LA PERSONALIDAD

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LA FAMILIA PATOLOGICA

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FAMILIA COMO CELULA SOCIAL

PSICOLOGIA DE LA FAMILIA.-

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